23 dic 2010

Aeropuerto cerrado = $5 millones perdidos por día...


En Londres, mucho se comenta - con frustración - el cierre de tres días de Heathrow - el aeropuerto más 'ocupado' del mundo ("busiest airport in the world"). Recuerdo que cuando empecé a vivir en Londres me llamaba la atención ver siempre en el cielo un avión, en alguna parte. Siempre.

Esta semana, cuando la gente se preparaba para la Navidad y el Año Nuevo, para ir a visitar sus familias (Londres está lleno de extranjeros) las pistas se llenaron de más de 10 centímetros de nieve y el aeropuerto no pudo operar.

(Además hay que recordar que uno vive en una isla. Salir en auto o tren es más complicado!)

Pero este cierre no hubiera sido tan vergonzoso si otros aeropuertos europeos también hubieran cerrado. Pero no lo hicieron. Incluso Gatwick, un aeropuerto londinense más pequeño, tuvo una mejor gestión. Fallaron los gerentes del aeropuerto.

Es tal la presión del público sobre el Gerente de Heathrow, manejado por una empresa privada española (BAA), que este anunció que renunciara a su bono navideño este año (Su salario es de casi $1.5 millón).

Con el cierre y los retrasos se afectaron planes de navidad, reuniones de amigos, vacaciones, llegadas a matrimonios...

Sin embargo, esta impotencia humana ante el clima debe recordarnos, como sociedad, no sólo como el clima nos afecta, sino como lo afectamos a el.

No puede ser que solo nos quejemos de los que "nos hace el clima"...

Cada persona que le gusta viajar debe hacer la conección entre sus hábitos y las emisiones que causan los mismos. Es inútil seguir quejándose del clima en una sola vía. Especialmente porque los científicos ya nos han dicho que en los años que vienen veremos eventos climáticos más severos aún (inviernos más fríos, veranos más calientes, tormentas tropicales más fuertes).

Es interesante como las personas insisten en no querer conectar una cosa (hábitos individuales) con la otra (consecuencias colectivas)...