31 may 2012

Damian Hirst: inesperadamente fascinante

Esta es mi última semana en Londres.

Aún no lo creo y de hecho aún no absorbo que hoy sea mi último día.

Casi no he estado en Lodnres en las últimas semanas, sobretodo por mi trabajo, el cual me ha llevado a pasar fuera desde Febrero. De hecho en Mayo solo he estado aquí unos seis días. Seis!

A pesar de las carreras logísticas, la empacada, las despidas con personas, también pude despedirme simbólicamente del Museo Tate, una meca del arte moderno. Un lugar donde siempre he encontrado la paz.  Entro feliz y salgo llena de optimismo.

Esta vez mi visita coincidio con la  exhibición de Damien Hirst (en el link hay un vídeo).

Será una mentira decir que una fan - como lo soy de Lucian Freud cuya exhibición vi 4 veces!

Pero dada su popularidad fui a ver sus obras. ¿Qué es lo que tiene que lo hizo tan famoso?

Dos cosas vinieron a mi cabeza:

Primero,  tiene un arte que impacta, horroriza, que no nos deja indiferentes.  Me impresionó el efecto emocional casi físico que uno siento al ver algunas de sus obras sobretodo las que tienen animales muertos.  Segundo, me parecio que Hirst es mucho más filosófico que lo que me permitían ver los muchos prejuicios que albergo cuando oigo su nombre (¨platero¨).  Una vez que me abrí mentalmentey me liberé de los prejuicios me di cuenta que su arte es genuino, pensante y simple. 

Me impactaron las "mandalas¨ realizadas con cientos de mariposas y el angel en escultura que tiene partes humanas, vemos parte de su esqueleto y sus músculos (combinación de lo espiritual y lo científico).

 
 Me impactó profundamente la vaca decapitada llena de sangre con moscas (reales) volando alrededor... Y lo irónico es ver a todos los visitantes con rostros espantados. Que horror! Que cruel!  Los humanos somos criaturas contradictorias ya que tres horas después esas mismas personas estarán en un restaurantes o en sus casas comiendo un buen pedazo de carne con vino!


Tiene varios animales suspendidos en formaldehído (un compuesto químico transparente) a los que bautiza con títulos maravillosos, como por ejemplo, The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living (1991)

Aquí hay un artículo sobre la exhibición.




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