Esta noche fui a una charla de la novelista Tracy Chevalier.
Me interesaba mucho escucharla porque escribió una novela que se inspira en un retrato del cual se sabía casi nada (solo que fue pintado por del extraordinario pintor holandés Vermeer). Chavalier se inventó el resto y la novela tuvo tanto éxito que hasta la adaptaron para el cine (poster de la derecha).
Esta novelista (de EE.UU pero radicada en Londres) es una mujer con gran imaginación que se da el lujo de investigar algunos datos históricos pero se inventa todo lo que su mente le permita.
Una novela como sabemos es una historia que nunca ocurrió así que quien la escribe tiene absoluta libertad de imaginar y re-imaginar. Es ficción!
La charla de hoy me hizo pensar en algunos artículos que leí en Costa Rica sobre la novela "La Fugitiva" con algunos debatiendo y objetando que si se Amanda Solano se apega o no a Yolanda Oreamuno. Señoras y Señores: La mujer fugitiva es una creación de Sergio Ramírez y el tiene a narrarnos a su mujer ficticia...
Imagino que hubo expertos sobre el pintor Vermeer que estaban en desacuerdo con la versión imaginada de "La Joven de la Perla." (en la historia inventada la Joven y el pintor tienen una conexión emocional). Y lo yo digo es"Y que importa que estén en desacuerdo?!". Yo defiendo el derecho de un novelista de inventar la historia que nazca de su imaginación. Si es honesta, yo acepto. (Además que mal me caen los críticos!).
En la charla la novelista nos contó como se imagina historias y personajes y como va descifrando los cuadros en los que se inspira para sus novelas. Que lindo fue escuharla. Salí inspirada. Y ni que hablar del tema de los retratos - tema querido en el que estoy trabajando en mi novela.
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