Regresé a Londres el 2 de mayo después de pasar varias semanas fuera por trabajo en EEUU, Costa Rica y México. Por suerte me organicé de manera que pude pasar la semana santa en Costa Rica.
Este finde de semana me animé a alquilar una bicicleta de las que están disponibles en muchos puntos de Londres.
Por la módica suma de una libra esterlina uno la puede usar por 24 horas. Uno paga con la tarjeta de crédito, recibe un código, lo digita junto a la bici que uno quiere y listo. (También hay otras formas en que los usuarios más frecuentes pueden pagar).
Una vez que uno ha acabado de usarla va, la devuelve donde uno quiera (y encuentre campo) y punto final. Simple. Si uno no la devolviera le cargan a la tarjeta de crédito unas trescientas libras (unos quinientos dólares).
Conforme la primavera eleva la temperatura de la ciudad, uno observa más usuarios que se animan a usar las bicis; sea por placer el fin de semana; sea para ir al trabajo.
Me encantó y espero alquilarla de nuevo este finde (y regresar al parque Hyde Park que también me inspira mucho).
El sol nos visita cada vez más y así como va cuando ya llegue el verano será difícil encontrar bicis libres durante los fines de semana.
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