Como decía anteriormente, pocos lugares estimulan mi imaginación como lo hace un museo. Y pocos lo hacen como el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York. Así que luego de 5 años de no visitarlo finalmente pisé tierra firme un frío sábado de febrero.
Hasta ahora tuve tiempo de jugar con las fotos que tomé.
Por ahora incluyo unas cuantas en las que tomo como base fotografié (en crudo) y luego lo reimagino agregándole un poco de color y fantasía...
1) Grupo de niños y sus padres hacen el tour del museo y escuchan sin pestañar al guía.
2) Una maravillosa idea: plantas incrustadas en el medio de una pared con piel roja.
3) Una maqueta nos revela lo que pensaba el arquitecto antes de construir.
4) El cuadro de Matisse es observado por una escultura muy en pose de femme fatale...
El resto de la serie de fotos está aquí: http://bit.ly/e0Z0Nk
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