2 ene 2011

No son las resoluciones sino el compromiso...


Las estadísticas hablan por sí mismas: la mayoría de la población rompe sus resoluciones pocas semanas después de haberselas propuesto.

Lo que hace la diferencia es cultivar el compromiso (con aquello que sea importante en este momento de nuestra vida, un anhelo, eso que es más fuerte que uno, todo aquello que a veces lo cotidiano fastidia y no deja que lo obtengamos).

Así que si hay alguien que necesite inspiración, aquí pongo unas ideas de W.H. Murray que resumen la esencia de porqué debemos comprometernos, definitivamente:


“Mientras no haya compromiso, habrá titubeos,
la oportunidad de retirarse
y siempre la ineficacia.
Con respecto a todos los actos de iniciativa (y de creación)
hay una verdad elemental,
cuya desconocimiento aniquila innumerables ideas y espléndidos planes:
en el momento en que uno definitivamente se compromete,
la Providencia se mueve.
Toda suerte de cosas suceden para ayudarle a uno
que de otra manera no habrían sucedido jamás.
De la decisión surge toda una corriente de acontecimientos,
suscitando a favor nuestro toda clase de incidentes imprevistos y asistencia material que ninguna persona habría soñado hallar en su camino.”

He aprendido a respetar profundamente una copla de Goethe:

Cualquier cosa que puedas hacer, o sueñas con poder hacerla,
comiénzala.
La audacia encierra el genio, el poder y la magia.

W.H.Murray