Cuando duró nos llevamos bien. He aquí la historia de una relación, inusual e inesperada, entre una tica y Londres. (Ahora vivo en Oslo)
26 dic 2009
(Nuevas) Verdades de Copenhague
(Esta es la entrada más larga que he escrito, es que tengo mucho que contar y procesar!)
La estrella de la buena suerte hizo gestiones y logré entrar en la lista de los 300 observadores que permanecieron en el Bella Center hasta el final de las negociaciones en Copenhague. (Cómo y porqué la ONU restringió de 19.000 observadores a 7.000 a 300 permanecerá un misterio). Con el pase especial pude permanecer hasta la tarde del sábado 19. Y vaya horas dramáticas que se vivieron en esa sesión final! Aunque no había dormido y se me cerraban los ojos...no hubiera habido forma de sacarme de allí.
La pregunta frecuente estos días es si la conferencia fue un fracaso o no. Tal pregunta no permite respuestas sutiles. Una pregunta más concreta, menos maniqueista sería ¿qué se logró, que quedó pendiente y por qué? Los países acordaron tomar nota del Acuerdo de Copenhagen propuesto horas antes de terminar la conferencia por EEUU, China, Brazil, India y Africa del Sur y que había sido consultado con unos 25 países representantes de los grandes bloques. No se trata de un acuerdo vinculante (aún) y por lo tanto habrá que negociar ese status jurídico en 2010. También habrá aumentar la ambición de las metas de reducción de emisiones.
Desde julio se sabía que no existían condiciones políticas para llegar a un acuerdo ambicioso y vinculante este diciembre. Era un rumor vox populi. La presidencia danesa lo había advertido meses atrás. Así que quien esté dentro del proceso y lo conozca a fondo y aún así manifieste shock por la falta de un resultado ambicioso en Copenhague no está siendo del todo honesto. Como advirtió Lula en su intervención días atrás, el proceso estaba en serios problemas y sólo "un milagro" haría que la conferencia llevara al resultado ideal desde un punto de vista del clima. Y sabemos que no hubo milagros.
Ahora hay que parar con el vicio de recriminaciones y búsqueda de villanos que han iniciado periódicos, gobiernos y ONGs. Unos culpan a Obama y al congreso gringo, otros a la China, algunos a los europeos por la falta de estrategia, otros a la burocracia e ineficacia de los procesos de la ONU... todo eso jugó su parte. Además recordemos que los países petroleros, en particular Arabia Saudita, han intentando descarrilar el proceso sin verguenza alguna -- incluso insisten en ser compensados financieramente si se acordara reducir las emisiones globales (dado que, según argumentan, dañaríamos sus economías). Múltimples fuerzas afectan el proceso y nos guste o no. No es fácil que prevalezca la sentatez! A todo eso agregemos que el proceso de la ONU no avanza si no hay consenso...y por lo tanto los países bloquean lo que no les conviene. Y no olvidemos que los ciudadanos del mundo no están ejerciendo suficiente presión para que los políticos sean más ambiciosos en materia de reducción de emisiones! De hecho no son muchos ciudadanos en Europa, EEUU, Australia o Japón que están de acuerdo en qus sus impuestos vayan a causas climáticas... sobretodo si se trata de enviar a países más pobres. Ningún político ha perdido elecciones por ser irresponsable con el clima. Todos somos cómplices en mayor o menor grado de que no haya habido condiciones para crear un acuerdo más ambicioso.
Por trabajar en Europa, estoy familiarizada con las expectativas europeas, y ciertamente inglesas, con respecto a la cumbre. Ellos veían a la Unión Europea como el (potencial) líder de Copenhague. Pero la UE fue todo menos eso! Quizás el shock europeo vino cuando estaba a punto de ser anunciado el potencial Acuerdo de Copenhagen por Obama y aliados en economías emergentes y a la UE se le dio la opcion de apoyar el documento (o cuestionarlo)... En otras palabraas, no fue la UE quien orquestró esta salida a la parálisis entre los negociadores. El Acuerdo de Copenhague es muy débil. Pero la gran queja europea y esa reacción casi emocional al documento (que al final aceptó a las 2am del sábado) es en buena parte una reacción al proceso que se produjo detrás de los telones guiado por EEUU, y Obama en lo personal, con las grandes economías emergentes. Conversas estratégias SIN Europa. (Dice Le Monde que ni siquieran fueron invitados a la última sesión).
Ese documento es reflejo del nivel de ambición (en reducciones y financiemiento) que están dispuestos a poner en la mesa esos países. No quieren hacer nada más y no hay mecanismo en la ONU para obligarlos a más. Europa quería un acuerdo más ambicioso y que fuera vinculante. Si. Pero la UE no tiene el liderazgo que tenía en 1997 cuando se acordó el Protocolo de Kioto. Estamos en 2009 y la geopolítica ha evolucionado. Europa es débil (son ahora 27 países y muchos de ellos en Europa del Este no tienen el ímpetus climático que tienen Alemania, Francia e Inglaterra). Simultáneamente, China, India y Brazil son actores muchísimo más relevantes, política y económicamente. Brazil por ejemplo tendrá una economía más grande que la inglesa o la francesa en 2015! En Copenhague quedó claro lo que tenemos en frente: nuevas alianzas y voces. También fue evidente lo que ya sabíamos, el aprobar la ley climática en EEUU es la prioridad número para Obama y las ONGs estadounidenses y que este documento aprobado es, me dicen personas que respeto en EEUU, lo que el proceso político estadounidense necesita para que la ley gane más puntos en el Congreso... (Obama se fue de vuelta a casa con el documento que necesitaba). Recordemos que por 8 años EEUU obstaculizó la agenda climática internacional y domésticamente así que no menospreciemos el que Obama haya jugado un rol activo en la cumbre. No será fácil pasar la ley climática en un congreso relativamente escéptico al cambio climático. Es fácil perder la perspectiva y simplemente tacharlo de "imperial" como lo han hecho las ONGs europeas...pero es un análisis parcial, que juzga pero no explica.
Claro que es frustrante que un proceso como el de Copenhague, con dos años de preparación desde Bali, arroje resultandos anémicos. Pero mi punto es que de poco sirve la desesperación. Copenhagen marcó un hito porque los países que han arrastrado los pies en los últimos años, en particular EEUU, China e India, se pusieron de acuerdo y jugaron un rol más proactivo (tan proactivo que se pusieron de acuerdo entre ellos para marcar la cancha de las negociaciones!). No es fácil poner a estos actores y el precio fue llevar a una declaración de intenciones que refleja el más bajo demoninador común. (Al fin y al cabo llevo casi 20 años en el sector ambiental y ya uno sabe de estas dinámicas).
Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y Sudán trataron de matar el Acuerdo de Copenhague. (El "papelucho" como lo calificó el delegado cubano). Estas delegaciones usaron insultos y populismo en su crítica al documento. Se escuchó lenguaje deplorable. Hubiera sido grave haber dejado que estos países enterraran el Acuerdo. No es que el documento cumpliera las expectativas. Claro que no. Pero era lo único que había en la mesa después de dos semanas. El proceso no daba para más! Puedo constatar que esa última noche esos delegados con espíritu bolivariano eran minoría en el plenario y lo único que consiguieron fue llenar el salón de una toxicidad innecesaria. En la madrugada del sábado la opción que tenían los negociadores era apoyar un documento imperfecto, pero mejorable durante 2010, o dejar que la cumbre colapsara en las últimas horas y regresar a casa con las manos vacías. El colapso hubiera sido, en mi opinión, no sólo inaceptable sino también peligroso pues ¿quien y cómo se hubieran podido recoger y pegar de nuevo las piezas rotas?
Aquí van fotos de la plenaria para dar una idea del ambiente en la sala en esos días, para más fotos ver: http://www.iisd.ca/climate/cop15/
El Acuerdo de Copenhague está aquí http://unfccc.int/2860.php (ver abajo)
Un artículo de la BBC ofrece un buen análisis de los factores que influyeron: http://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/8426835.stm
Aqui hay un artículo que aborda la dimensión tica y los resultados de Copenhague por el ex Ministro de Ambiente Rodríguez
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/diciembre/27/opinion2207457.html